Despacho de Vharriel
5 participantes
Página 2 de 2.
Página 2 de 2. • 1, 2
Re: Despacho de Vharriel
Lo cierto era que el cansancio, aliado al cómodo colchón en el que se acomodaba mi cabeza sin olvidarnos del calmado silencio que había empezado a reinar... una imposible de ignorar, sensación de sueño se apoderó de mis sentidos. Con mi rebelde flequillo tapándome la vista, me había permitido cerrar un momento los ojos, sumergiéndome en mi propio subconsciente, dispuesto a acomodarme en la oscuridad. No obstante... sí, no obstante, algo me obligó a abrir los ojos de repente, forzándome a incorporarme bruscamente. Mi instinto, o mi olfato quizás, me alertaban de que...
Mis músculos se tensaron al instante, aunque no di muestras de querer levantarme del suelo cuando él entró. No, sencillamente, me quedé ahí sentado, mirándolo con fijeza y mis ojos entrecerrados, acusador.
Mis músculos se tensaron al instante, aunque no di muestras de querer levantarme del suelo cuando él entró. No, sencillamente, me quedé ahí sentado, mirándolo con fijeza y mis ojos entrecerrados, acusador.
Abel Eliade- Mensajes : 38
Fecha de inscripción : 17/12/2009
Localización : Anger City
Re: Despacho de Vharriel
- Espero que hayas dormido bien.
Lo primero que hice fue echar un vistazo a la habitación. Todo parecía en orden.
Rodeé la sala y me senté en mi silla. Cogí unos pregaminos y empecé a escribir algo en ellos. Estaba preocupado y quería evitar el olvidar muchos de los datos que tenía en la cabeza.
Alcé la mirada y ahí seguía, mirándome, desde mi cama.
- ¿Aún estás aquí, perrito? - le pregunté, irónico.
Lo primero que hice fue echar un vistazo a la habitación. Todo parecía en orden.
Rodeé la sala y me senté en mi silla. Cogí unos pregaminos y empecé a escribir algo en ellos. Estaba preocupado y quería evitar el olvidar muchos de los datos que tenía en la cabeza.
Alcé la mirada y ahí seguía, mirándome, desde mi cama.
- ¿Aún estás aquí, perrito? - le pregunté, irónico.
Re: Despacho de Vharriel
No comenté nada con respecto a su primera intervención, no. Seguí mirándolo fijamente, taladrando su nuca hasta cuando pareció entretenerse con unos pergaminos, que de seguro, no me interesaban. No obstante, en su segundo intervención, sí que me molesté en contestar, esta vez, desperezando mi rostro con un negro esbozo de sonrisa.
-Es peligroso no saber diferenciar un perro de un lobo... Recuerda, el segundo muerde más fuerte, Elfo -gruñí por lo bajo, mientras mis ojos relucían siniestramente tras mi desordenado flequillo blanquecino. Sin embargo, rápidamente, mi rostro volvió a adoptar un semblante impasible que tan sólo mostraba una creciente y grave seriedad- De todos modos, sí, sigo aquí, por si tenías dudas. Y supongo, y no creas que me agrada, que voy a tardar en marcharme, después de todo... -me incorporé un poco más, a punto de levantarme- estoy esperando la respuesta. Que no una, sino la. No voy a admitir un no. Una licántropa perdida en medio de una torre en la que, digas lo que digas, se resguardan tantos jóvenes en contra de su voluntad...
-Es peligroso no saber diferenciar un perro de un lobo... Recuerda, el segundo muerde más fuerte, Elfo -gruñí por lo bajo, mientras mis ojos relucían siniestramente tras mi desordenado flequillo blanquecino. Sin embargo, rápidamente, mi rostro volvió a adoptar un semblante impasible que tan sólo mostraba una creciente y grave seriedad- De todos modos, sí, sigo aquí, por si tenías dudas. Y supongo, y no creas que me agrada, que voy a tardar en marcharme, después de todo... -me incorporé un poco más, a punto de levantarme- estoy esperando la respuesta. Que no una, sino la. No voy a admitir un no. Una licántropa perdida en medio de una torre en la que, digas lo que digas, se resguardan tantos jóvenes en contra de su voluntad...
Abel Eliade- Mensajes : 38
Fecha de inscripción : 17/12/2009
Localización : Anger City
Re: Despacho de Vharriel
- No sé si es testadurez o ganas de tocar las narices, Abel. te he dicho no pocas veces que todo el mundo es libre de irse de aquí. Pero tú no eres quien para llevarte a alguien sin su consentimiento.
Me levanté, tras terminar de escribir algunas palabras aparentemente inconexas.
- ¿Por qué insistes? Sabes que mi respuesta es no. Yo no voy a obligar a esa pobre chica a marcharse en contra de su voluntad. Si ella se quiere quedar, el riesgo es suyo. Yo no soy responsable de vosotros.
Me paré un momento. ¿Estaba éso tan claro? No, era más complicado. Lo fundamental era evitar la implicación emocional.
- No insistas más, Abel.
Me levanté, tras terminar de escribir algunas palabras aparentemente inconexas.
- ¿Por qué insistes? Sabes que mi respuesta es no. Yo no voy a obligar a esa pobre chica a marcharse en contra de su voluntad. Si ella se quiere quedar, el riesgo es suyo. Yo no soy responsable de vosotros.
Me paré un momento. ¿Estaba éso tan claro? No, era más complicado. Lo fundamental era evitar la implicación emocional.
- No insistas más, Abel.
Re: Despacho de Vharriel
-¿Que el riesgo es suyo? -salté rápidamente, como directamente pinchado por la estaca que había escupido Vharriel. Una envenenada aguja clavándose en mi dignidad y mi lógica, retorciendo de mala manera mi calma- ¿¡Qué el riesgo es suyo!? ¡¡Se va a transformar en una bestia sanguinaria dispuesta a matar a todo ser con corazón palpitante y te atreves... por un solo momento te atreves a decirme que el riesgo es suyo!! ¿Cuál? ¿Cuál riesgo? ¿Matar a alguien? ¿Infectarlo? Oh, sí, ya se vio lo mucho que le importó haberlo hecho ya... -porque yo tenía muy claro... yo sabía qué era correcto- De haber sido ella, de haber cargado con la responsabilidad de agraviar tan gravemente a otra persona por una insensata escaramuza egoísta, no me habría atrevido a permanecer ni un minuto más en un lugar tan poblado, no. Claro que, eso en mi caso, no sucederá, pues al contrario que esa mocosa inconsciente o egoísta, yo tomaré medidas al respecto antes de esperar a que, simplemente, suceda algo terrible e irreparable. A eso lo llaman solidariedad, o no tanto, sencillamente, respeto por la vida ajena -entonces, terminé de levantarme, ya erguido con toda mi mediana altura; la barbilla alta, y como siempre, los ojos fijándolo con un juicio implacable y de condena inexorable-. Ya te lo dije... aunque deba enfrentarme a ti o a nadie... hay gente en esta torre, que simplemente, no ha de tocarse. Por eso mismo, no voy a permitir que siga aquí. E insisto -repliqué, con paradójica y ardiente gelidez.
Abel Eliade- Mensajes : 38
Fecha de inscripción : 17/12/2009
Localización : Anger City
Re: Despacho de Vharriel
- Y no tiene por que tocarse a nadie. ¿Y no crees que es egoísmo también lo que estás haciendo tú? No creo que ni le hayas mencionado esto a Ángela. Creo que ella no se iría, por que no tendría adonde irse. Además, ella ya tiene vínculos personales con gente en la torre y... la próxima vez no nos pillará desprevenidos... con la magia, se puede detener, no la transformación, pero sí al animal. Se puede dormir o dejar inconsciente el tiempo necesario, o crear celdas mágicas.
En el fondo, me iba cabreando cada vez más con Abel.
- Tú puedes tomar las medidas que quieras, siempre que no arrastres a nadie más sin su consentimiento. No permitiré que eso ocurra en mi torre.
Mi... mi torre. Sonaba estupendo... por que era verdad. ¿Quién era el mago de mayor nivel allí? Sí, era mía. MI torre...
- Por que lamentaría discutirlo por las malas, Abel.
En el fondo, me iba cabreando cada vez más con Abel.
- Tú puedes tomar las medidas que quieras, siempre que no arrastres a nadie más sin su consentimiento. No permitiré que eso ocurra en mi torre.
Mi... mi torre. Sonaba estupendo... por que era verdad. ¿Quién era el mago de mayor nivel allí? Sí, era mía. MI torre...
- Por que lamentaría discutirlo por las malas, Abel.
Re: Despacho de Vharriel
-¿Por quién me tomas? -le espeté cruzándome de brazos y dando otro paso adelante, dando a entender muy claramente que no retrocedería, al contrario: iba a reafirmar y reforzar una y otra vez mi postura- Yo, al contrario que otros, no necesito ni de magias ni de malas tretas -dejé que ambas palabras fueran reforzadas por un énfasis más que elocuente- para enfrentarme cara a cara con los problemas. No escurro el bulto, ni creo que paraísos idílicos, no. Veo el problema, comprendo el problema, reacciono contra ese problema. Claro que que ya le comenté que debería irse, bueno, que ha de largarse realmente. Como ya te dije, a pesar de verme, hablar conmigo, y aparentemente, ser consciente de las consecuencias de sus actos, sigue en las mismas... -enarqué una ceja, esbozando una sonrisa torva que más semejanza tuvo con una mueca- No me extrañaría que os llevarais bien los dos -eso no era un cumplido... para ninguno de ellos. El desprecio rezumaba en cada palabra pronunciada- Oe, Elfo... -mis ojos se entrecerraron, y a pesar de que empezaba a notar algo peligroso en el aire, una irritación que parecía a punto de arrastrar el ambiente hacia un núcleo un tanto más oscuro... me mantuve impasible con respecto a eso, y todavía más, hablé y di otro paso adelante. A penas dos metros me separaban del mago- Lo dices como si en algún momento llegara a importarme lo que permitas o no permitas... Ya te lo he dicho antes, pelearé contra quien sea. Simplemente, no me doblegaré. Antes muerto... pero todavía más anterior a eso, otros caerían antes de que ocurriera esto último.
Abel Eliade- Mensajes : 38
Fecha de inscripción : 17/12/2009
Localización : Anger City
Re: Despacho de Vharriel
- ¡Y eso no es egoísta, señor mío, ¿verdad?! - me sorprendí, gritando-. No, no caerás y no importa a los que arrastes contigo en tu caída. No tienes ningún derecho a hacer lo que te dé la real gana, simplemente por que eres así de chulo. No eres ni más ni menos que nadie. Eres uno más, Abel.
Dí un golpe en la mesa con el puño antes de acercarme más a él, cabreado.
- Sé más flexible, por lo que más quieras. La magia, aunque tú no quieras creerlo, es capaz de solucionar ése y muchos problemas. Y yo - me llevé una mano al pecho, por que notaba que me ahogaba la rabia según salían las palabras- intento ofreceros lo que opino que es mejor. Te ofrezco quedarte aquí, con los amigos que tengas, y sin arrastrar a nadie; y lo más importante, es que nadie correrá ningún riesgo.
Bajé la mano y le miré directamente a los ojos, con gran enfado.
- Pelea. ¿Solo se te ocurre solucionarlo así? Por que si es necesario...
En ese mismo momento, estaría dispuesto a luchar contra él. Pero no quería decirlo. No, podía... hacerle daño.
Dí un golpe en la mesa con el puño antes de acercarme más a él, cabreado.
- Sé más flexible, por lo que más quieras. La magia, aunque tú no quieras creerlo, es capaz de solucionar ése y muchos problemas. Y yo - me llevé una mano al pecho, por que notaba que me ahogaba la rabia según salían las palabras- intento ofreceros lo que opino que es mejor. Te ofrezco quedarte aquí, con los amigos que tengas, y sin arrastrar a nadie; y lo más importante, es que nadie correrá ningún riesgo.
Bajé la mano y le miré directamente a los ojos, con gran enfado.
- Pelea. ¿Solo se te ocurre solucionarlo así? Por que si es necesario...
En ese mismo momento, estaría dispuesto a luchar contra él. Pero no quería decirlo. No, podía... hacerle daño.
Re: Despacho de Vharriel
I'm so sorry, me confundí al postear
Dr. Cucaracha- Mensajes : 33
Fecha de inscripción : 24/01/2010
Página 2 de 2. • 1, 2
Página 2 de 2.
Permisos de este foro:
No puedes responder a temas en este foro.