La sala de pruebas
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La sala de pruebas
Una enorme sala, en lo más alto de la torre. Aquí es donde se examinan los aprendices de las pruebas de la tierra, del aire, del agua y del fuego.
Re: La sala de pruebas
Doble post, pero... sono admin... ^^
Entré con Clare en la sala. Ella aún no dominaba la magia del aire y no sabía teletransportarse. Por no saber, dudaba que supera algún hechizo todavía.
Busqué un lugar en el que nadie nos molestara para hablar con ella. Aquel sitio estaba protegido en contra de interrupciones, así podríamos hablar tranquilo.
Me acerqué a la silla grande que presidía la sala, enfrente de el círculo de piedra que se veía en el suelo de la sala.
- Siéntate, por favor - dije mientras yo también me sentaba. Con un movimiento de mano, acerqué una silla del fondo hasta dejarla detras de ella.
Apoyé los codos en los reposabrazos y mi cabeza sobre mis manos, en actitud pensativa. Tras esperar un poco, comencé a hablar. Tampoco tenía mucho que decir.
- Clare... o Clarisse... ¿no te lo estás tomando en serio, no es asi?
Entré con Clare en la sala. Ella aún no dominaba la magia del aire y no sabía teletransportarse. Por no saber, dudaba que supera algún hechizo todavía.
Busqué un lugar en el que nadie nos molestara para hablar con ella. Aquel sitio estaba protegido en contra de interrupciones, así podríamos hablar tranquilo.
Me acerqué a la silla grande que presidía la sala, enfrente de el círculo de piedra que se veía en el suelo de la sala.
- Siéntate, por favor - dije mientras yo también me sentaba. Con un movimiento de mano, acerqué una silla del fondo hasta dejarla detras de ella.
Apoyé los codos en los reposabrazos y mi cabeza sobre mis manos, en actitud pensativa. Tras esperar un poco, comencé a hablar. Tampoco tenía mucho que decir.
- Clare... o Clarisse... ¿no te lo estás tomando en serio, no es asi?
Re: La sala de pruebas
Entramos en la sala de pruebas, donde yo no había estado antes. Miré con curiosidad el lugar, pero sin encontrar nada demasiado llamativo en él, salvo el trono. Vharriel, como era de esperar, fue a sentarse allí. Me sobresalté cuando sentí que "algo" me rozaba las piernas, pero cuando miré hacia atrás pude ver que era una silla, así que me senté en ella.
Tras un corto silencio, el elfo comenzó a hablar.
- Clare... o Clarisse... ¿no te lo estás tomando en serio, no es asi?
Le miré a los ojos, y me tomé mi tiempo para responder, aunque tenía muy clara la respuesta, y no se lo podía ocultar.
-Es cierto; no me lo tomo en serio -afirmé, sin asomo de arrepentimiento o vergüenza en mis palabras.
No tenía nada más que decir; ahora sólo había que esperar a ver qué me contaba él. La verdad es que no me agradaba lo más mínimo estar en esos momentos ahí, pero no tenía otro remedio.
Tras un corto silencio, el elfo comenzó a hablar.
- Clare... o Clarisse... ¿no te lo estás tomando en serio, no es asi?
Le miré a los ojos, y me tomé mi tiempo para responder, aunque tenía muy clara la respuesta, y no se lo podía ocultar.
-Es cierto; no me lo tomo en serio -afirmé, sin asomo de arrepentimiento o vergüenza en mis palabras.
No tenía nada más que decir; ahora sólo había que esperar a ver qué me contaba él. La verdad es que no me agradaba lo más mínimo estar en esos momentos ahí, pero no tenía otro remedio.
Re: La sala de pruebas
- ¿Y bien? ¿Sólo eso?
Suspiré, preocupado.
- Ya sé, por que creeme que es bastante notable, que ni a ti ni a Krailk - curiosamente, al pensar de nuevo en la palabra élfica, me salió mucho más melódica que antes - os agrada... o mi persona o mi presencia. Pero aún así sigo siendo tutor vuestro. Pero contigo es... distinto.
Me quedé callado. Tenía muchas cosas que averiguar y había que escoger bien las palabras. Dejé que la magia fluyera por mi cuerpo y la canalicé en atenuar la luz, dejando iluminado el centro circular y rodenadome de semioscuridad.
- ¿Podrías enseñarme algún hechizo que sepas ya? No temas, no es un exámen...
Con ella era distinto. Quizás por que era una Kin-Shannay, seres que, según había leído, poseen un gran potencial. Incluso había habido una señora de la torre con ese don. Solían... "aparecer" cuando algo gordo se acercaba, algo relacionado con el otro mundo. Y me preocupaba profundamente que Clarisse no estuviera preparada para ello. ¿Y si pasara algo que ella, simplemente, no pudiera aguantar en su condición de humana normal? La magia al menos, puede "reforzarte" o fortalecerte. Pero esa muchacha que se sentaba enfrente mío, que me miraba entre incómoda e indiferente, no parecía capaz de ser... el portal al más allá llegado el caso. O quizás sea por otra cosa. Pero más valía ser precavido.
Tampoco le iba a soltar todo eso de golpe. Bastante tenía con los... ataques musicales de Krailk como para preocuparla por algo más. Aún así, quería que ella se diera cuenta. Por que si la perdieramos... yo... creo que me dolería. Y destrozaría a sus compañeros. Sobre todo a Krailk. Pero él ahora daba igual. Lo importante, en esa sala, en ese momento, era ella.
Suspiré, preocupado.
- Ya sé, por que creeme que es bastante notable, que ni a ti ni a Krailk - curiosamente, al pensar de nuevo en la palabra élfica, me salió mucho más melódica que antes - os agrada... o mi persona o mi presencia. Pero aún así sigo siendo tutor vuestro. Pero contigo es... distinto.
Me quedé callado. Tenía muchas cosas que averiguar y había que escoger bien las palabras. Dejé que la magia fluyera por mi cuerpo y la canalicé en atenuar la luz, dejando iluminado el centro circular y rodenadome de semioscuridad.
- ¿Podrías enseñarme algún hechizo que sepas ya? No temas, no es un exámen...
Con ella era distinto. Quizás por que era una Kin-Shannay, seres que, según había leído, poseen un gran potencial. Incluso había habido una señora de la torre con ese don. Solían... "aparecer" cuando algo gordo se acercaba, algo relacionado con el otro mundo. Y me preocupaba profundamente que Clarisse no estuviera preparada para ello. ¿Y si pasara algo que ella, simplemente, no pudiera aguantar en su condición de humana normal? La magia al menos, puede "reforzarte" o fortalecerte. Pero esa muchacha que se sentaba enfrente mío, que me miraba entre incómoda e indiferente, no parecía capaz de ser... el portal al más allá llegado el caso. O quizás sea por otra cosa. Pero más valía ser precavido.
Tampoco le iba a soltar todo eso de golpe. Bastante tenía con los... ataques musicales de Krailk como para preocuparla por algo más. Aún así, quería que ella se diera cuenta. Por que si la perdieramos... yo... creo que me dolería. Y destrozaría a sus compañeros. Sobre todo a Krailk. Pero él ahora daba igual. Lo importante, en esa sala, en ese momento, era ella.
Re: La sala de pruebas
¿Tanto lo dejaba entrever? ¿Tanto se notaba que no me agradaba su presencia? Sabía que Krailk no hacía nada por ocultarlo, pero yo trataba de ser algo más precavida en ese sentido. Sin embargo, mis pensamientos cesaron con su pregunta.
-¿Algún hechizo que sepa realizar? -pregunté con algo de sorpresa. Aunque de qué me asombraba, si con la pregunta anterior se venía venir algo parecido.
Mi mirada vagó por el lugar, sin apenas percibir que la habitación se volvía más oscura por momentos, hasta quedar en la penunbra -salvo el centro. Mis pensamientos volaban raudos para buscar hechizos que hubiera aprendido y que hubiera logrado llevar a cabo con éxito, pero me encontré conque estaba en blanco. Sólo podía recordar esa mañana, cuando no había sido capaz de ejecutar el hechizo que me salvaría de una hipotermia aunque, afortunadamente, había entrado en la Torre a tiempo.
Me llevé una mano a la sien, en un movimiento inconsciente por rescatar algún recuerdo sepultado por la alegría que me proporcionaba el paisaje nevado o Krailk.
Por fin, tras unos minutos de silencio, recordé uno. El único hechizo que había sido capaz de ejecutar, y que había hecho inconscientemente. Recordé cómo hace unos días, con la capa de nieve recién caída, había encontrado una flor muerta en mitad del níveo paisaje. La había arrancado del suelo con suavidad, y la había sostenido entre mis manos. Y, de pronto, con solo desearlo, los pétalos de la flor volvieron a coger el color violáceo que les caracterizaba, volviéndose bella y fuerte como había sido antes de la nevada. Pero entonces, cuando la dejé en la nieve, el hechizo se deshizo, y volvió a presentar el mismo aspecto marchito de antes.
-Sí que sé uno... -mi voz sonaba vacilante, nada segura de lo que estaba diciendo- pero no te lo puedo mostrar a no ser que me des una flor -una sonrisa afloró en mis labios.
-¿Algún hechizo que sepa realizar? -pregunté con algo de sorpresa. Aunque de qué me asombraba, si con la pregunta anterior se venía venir algo parecido.
Mi mirada vagó por el lugar, sin apenas percibir que la habitación se volvía más oscura por momentos, hasta quedar en la penunbra -salvo el centro. Mis pensamientos volaban raudos para buscar hechizos que hubiera aprendido y que hubiera logrado llevar a cabo con éxito, pero me encontré conque estaba en blanco. Sólo podía recordar esa mañana, cuando no había sido capaz de ejecutar el hechizo que me salvaría de una hipotermia aunque, afortunadamente, había entrado en la Torre a tiempo.
Me llevé una mano a la sien, en un movimiento inconsciente por rescatar algún recuerdo sepultado por la alegría que me proporcionaba el paisaje nevado o Krailk.
Por fin, tras unos minutos de silencio, recordé uno. El único hechizo que había sido capaz de ejecutar, y que había hecho inconscientemente. Recordé cómo hace unos días, con la capa de nieve recién caída, había encontrado una flor muerta en mitad del níveo paisaje. La había arrancado del suelo con suavidad, y la había sostenido entre mis manos. Y, de pronto, con solo desearlo, los pétalos de la flor volvieron a coger el color violáceo que les caracterizaba, volviéndose bella y fuerte como había sido antes de la nevada. Pero entonces, cuando la dejé en la nieve, el hechizo se deshizo, y volvió a presentar el mismo aspecto marchito de antes.
-Sí que sé uno... -mi voz sonaba vacilante, nada segura de lo que estaba diciendo- pero no te lo puedo mostrar a no ser que me des una flor -una sonrisa afloró en mis labios.
Re: La sala de pruebas
Alcé una ceja, interrogante. Bueno, eso se podría hacer.
Murmurando, en voz baja, recité un hechizo de la tierra. Era algo más complicado de lo normal así que no solía exigirselo a los alumnos.
- Toda tuya.
Me levanté, alargando las mano para darle la flor, una margarita.
Volví a mi sitio y volvi a fijar mi atención en ella.
Murmurando, en voz baja, recité un hechizo de la tierra. Era algo más complicado de lo normal así que no solía exigirselo a los alumnos.
- Toda tuya.
Me levanté, alargando las mano para darle la flor, una margarita.
Volví a mi sitio y volvi a fijar mi atención en ella.
Re: La sala de pruebas
Cogí la margarita que me ofrecía y la observé durante un rato, preguntándome si sería capaz de volver a hacerlo. Lamentablemente, la flor estaba viva, pero era fácil de arreglar.
Sin pensar ni por un segundo que aquello podía no funcionar, la aplasté entre mis dedos, hasta que quedó arrugada y rota en la palma de la mano. En ese momento, sentí que me invadía el pánico. ¿Cómo lo iba a hacer? Miré fijamente a la margarita, pero decidí que no conseguía nada alterándome; debía relajarme. Así pues, comencé a respirar hondo hasta que el pánico se fue. Y en ese momento, volvió a ocurrir: los pétalos se abrieron hacia fuera, las roturas curándose a gran velocidad, volviéndose más anchos, más vivos, de un color blanco más puro, la parte central más amarilla, más bella.
Solté un imperceptible suspiro de alivio.
Dejé caer la margarita al suelo, y según se iba acercando más a él, recuperaba rápidamente el aspecto que tenía cuando la aplasté. Mantuve la mirada en ella, sintiendo que se me encogía el corazón por un momento al verla otra vez rota y sin vida.
Sin pensar ni por un segundo que aquello podía no funcionar, la aplasté entre mis dedos, hasta que quedó arrugada y rota en la palma de la mano. En ese momento, sentí que me invadía el pánico. ¿Cómo lo iba a hacer? Miré fijamente a la margarita, pero decidí que no conseguía nada alterándome; debía relajarme. Así pues, comencé a respirar hondo hasta que el pánico se fue. Y en ese momento, volvió a ocurrir: los pétalos se abrieron hacia fuera, las roturas curándose a gran velocidad, volviéndose más anchos, más vivos, de un color blanco más puro, la parte central más amarilla, más bella.
Solté un imperceptible suspiro de alivio.
Dejé caer la margarita al suelo, y según se iba acercando más a él, recuperaba rápidamente el aspecto que tenía cuando la aplasté. Mantuve la mirada en ella, sintiendo que se me encogía el corazón por un momento al verla otra vez rota y sin vida.
Re: La sala de pruebas
Observé el proceso y mientras, notaba el movimiento de energía en el lugar. Clarisse al menos sabía catalizar la magia alrededor suyo. Quizás fuera capaz ya de hacer algún hechizo más complicado.
- Está bien, sabes mover la energía de la que dispones y empiezas a captar lo de la empatía con la naturaleza. Pero ¿sabrías recitar algún hechizo?
Me temía una reacción suya. Y pedí por dentro estar equivocado.
- Está bien, sabes mover la energía de la que dispones y empiezas a captar lo de la empatía con la naturaleza. Pero ¿sabrías recitar algún hechizo?
Me temía una reacción suya. Y pedí por dentro estar equivocado.
Re: La sala de pruebas
Callé un momento, pensando una respuesta.
-¿Recitar? Bueno, claro que podría recitarte alguno, pero no podría realizarlo -le miré desafiante, como retándole a replicarme, y con eso decirle que no me importaba en absoluto el ser incapaz de hacer magia como una aprendiza debería hacer.
Para mí toda esa palabrería era un absoluta pérdida de tiempo. Nada iba a hacer cambiar mi opinión. En ese sentido era como Abel: me negaba a hacer lo que no quería y no me interesaba, pero de una manera más sutil, menos directa y violenta.
-¿Recitar? Bueno, claro que podría recitarte alguno, pero no podría realizarlo -le miré desafiante, como retándole a replicarme, y con eso decirle que no me importaba en absoluto el ser incapaz de hacer magia como una aprendiza debería hacer.
Para mí toda esa palabrería era un absoluta pérdida de tiempo. Nada iba a hacer cambiar mi opinión. En ese sentido era como Abel: me negaba a hacer lo que no quería y no me interesaba, pero de una manera más sutil, menos directa y violenta.
Re: La sala de pruebas
Cerré los ojos, ordenando mis propios pensamientos. Entre el dolor de cabeza e ir aguantandome algunas cosas...
Hice volver la luz a la sala, sin abrir los ojos. Suspiré intentando armarme de paciencia. Por dentro, me invadía un sentimiento entre gran enfado y ganas de gritar un par de cosas. Me desquiciaba su actitud. Lo que daría yo por tener lo que ella tenía... un poder excepcional. Y si lo desaprovechaba, estaba... insultando algo a lo que yo he dedicado toda mi vida. Mierda, aquello era desesperante.
¿Qué quería el destino trayendome aquellos adolescentes? Eran todos indolentes y gruñones, o al menos la mayoría. pocas cosas quería más aparte de que se marchaban en poco tiempo. Pero en el fondo, sabía que no me gustaría que se fueran estando de malas.
- Está bien. Es suficiente.
Abrí los ojos un poco cansado.
- Clare, ¿la has vuelto a ver?
Necesitaba contarle su situación. Me faltaba un poco de valor. Quizás algo en el desarrollo de su vida dependiera de aquello a lo que estaba destinada. Algo o todo. Y no estaba seguro que, aún siendo ella así conmigo, quisiera que le pasara algo malo.
Hice volver la luz a la sala, sin abrir los ojos. Suspiré intentando armarme de paciencia. Por dentro, me invadía un sentimiento entre gran enfado y ganas de gritar un par de cosas. Me desquiciaba su actitud. Lo que daría yo por tener lo que ella tenía... un poder excepcional. Y si lo desaprovechaba, estaba... insultando algo a lo que yo he dedicado toda mi vida. Mierda, aquello era desesperante.
¿Qué quería el destino trayendome aquellos adolescentes? Eran todos indolentes y gruñones, o al menos la mayoría. pocas cosas quería más aparte de que se marchaban en poco tiempo. Pero en el fondo, sabía que no me gustaría que se fueran estando de malas.
- Está bien. Es suficiente.
Abrí los ojos un poco cansado.
- Clare, ¿la has vuelto a ver?
Necesitaba contarle su situación. Me faltaba un poco de valor. Quizás algo en el desarrollo de su vida dependiera de aquello a lo que estaba destinada. Algo o todo. Y no estaba seguro que, aún siendo ella así conmigo, quisiera que le pasara algo malo.
Re: La sala de pruebas
La tensión creciente casi se podía palpar. Estaba claro que yo no hacía más que enfadar a Vharriel, y a medida que pasaba el tiempo, su irritación iba en aumento. Lamenté por un momento haberme comportado así, ya que en definitiva él no había sido tan malo con nosotros, por lo que procuré suavizar la expresión de mi rostro.
Su pregunta me pilló algo desprevenida, y por un momento no supe a qué se refería, hasta que todo volvió a cuadrar en mi mente.
-No, no la he vuelto a ver -respondí sin dudar, con sinceridad.
La verdad era que había dejado ese asunto aparcado durante bastante tiempo, más alejado de mis preocupaciones a medida que pasaba el tiempo sin Sara dar señales de vida.
Su pregunta me pilló algo desprevenida, y por un momento no supe a qué se refería, hasta que todo volvió a cuadrar en mi mente.
-No, no la he vuelto a ver -respondí sin dudar, con sinceridad.
La verdad era que había dejado ese asunto aparcado durante bastante tiempo, más alejado de mis preocupaciones a medida que pasaba el tiempo sin Sara dar señales de vida.
Re: La sala de pruebas
Me relajé un poco, Quizás hubiera mucho más tiempo del que pensaba. Pero...
- ¿Recuerdas de lo que hablamos aquela vez? De los Kin-Shannay...
Creo recordar que ese mismo dia la besé.
- ¿Has buscado información sobre ellos? ¿Has leido algún libro?
Me iba a costar sacar el tema. Pero, poco a poco...
- ¿Recuerdas de lo que hablamos aquela vez? De los Kin-Shannay...
Creo recordar que ese mismo dia la besé.
- ¿Has buscado información sobre ellos? ¿Has leido algún libro?
Me iba a costar sacar el tema. Pero, poco a poco...
Re: La sala de pruebas
Sí, sí que lo recordaba. Y no era un recuerdo que querría recordar muchas veces. Nada más lejos de la realidad; había sido un día horrible, y prácticamente todo había ocurrido cuando fui a hablar con él, cuando hablamos de que podía ver fantasmas, cuando vino Sara y él me besó, provocando la ira de ella.
Se me enfrió la mirada al rememorar todo esto y se me crisparon un poco las manos. Aparté la mirada de Vharriel, dirigiéndola al suelo.
-Claro que he buscado algo de información -¿cómo no iba a hacerlo? Era un tema que me incumbía por entero-. Puedo ver a los muertos, un portal al Otro Lado, ¿verdad?
Se me enfrió la mirada al rememorar todo esto y se me crisparon un poco las manos. Aparté la mirada de Vharriel, dirigiéndola al suelo.
-Claro que he buscado algo de información -¿cómo no iba a hacerlo? Era un tema que me incumbía por entero-. Puedo ver a los muertos, un portal al Otro Lado, ¿verdad?
Re: La sala de pruebas
- Pues, sabiendo ya al menos eso... Supongo que eres medianamente consciente de por qué te insto a estudiar magia.
Suspiré, buscando las palabras.
- Clare, por si no lo has leído... los Kin-Shannay no vienen... más bien, venís sin motivo aparente. Digamos que solo aparecen momentáneamente en la historia cuando algo grave va a aparecer o pasar, como un aviso del destino. Y la mayor parte de las veces, no hay final feliz para aquellos que pueden ver a los muertos. Quizás algún día tu harás de portal, como has dicho, pero no sé si entiendes lo que conlleva. Si no estás preparada para cualquier encuentro mágico... o el mismo hecho de hacer de portal te expondría a un riesgo horrible llevándote quizás... u me duele admitirlo, pero te llevará a una muerte segura.
Bajé la cabeza, serio.
- Y créeme que no somos pocos los que nos lamentaríamos de ello.
Suspiré, buscando las palabras.
- Clare, por si no lo has leído... los Kin-Shannay no vienen... más bien, venís sin motivo aparente. Digamos que solo aparecen momentáneamente en la historia cuando algo grave va a aparecer o pasar, como un aviso del destino. Y la mayor parte de las veces, no hay final feliz para aquellos que pueden ver a los muertos. Quizás algún día tu harás de portal, como has dicho, pero no sé si entiendes lo que conlleva. Si no estás preparada para cualquier encuentro mágico... o el mismo hecho de hacer de portal te expondría a un riesgo horrible llevándote quizás... u me duele admitirlo, pero te llevará a una muerte segura.
Bajé la cabeza, serio.
- Y créeme que no somos pocos los que nos lamentaríamos de ello.
Re: La sala de pruebas
Los ojos se me abrieron desmesurados cuando oí lo que me decía. No había sido consciente de esa posibilidad; vivía lo de ser una Kin-Shannay como una cosa más de mi vida que tenía que soportar, y en los últimos tiempos era apenas un recuerdo fantasma qeu no solía aflorar en mi mente demasiado amenudo.
Mi mano se alzó para agarrar un mechón suelto de cabello, y se puso a juguetear con él sin yo darme apenas cuenta.
Jamás lo había visto de esa manera. ¿Si no ponía empeño en la magia, iba a morir si tenía que hacer de portal? ¿Por qué el destino me jugaba esas malas pasadas? La magia no me interesaba lo más mínimo. Entonces, ¿por qué era portadora de ese "don"?
Enseguida fui consciente del egoísmo de mis pensamientos; tanto Ángela como Abel lo estaban pasando muchísimo peor que yo, e incluso Krailk. Yo sólo tenía la vaga idea de un futuro que me parecía muy lejano, pero que de pronto lo había sentido como si fuera a ocurrir al día siguiente.
No dije nada, pero mi silencio era muy elocuente con respecto a mis pensamientos.
Mi mano se alzó para agarrar un mechón suelto de cabello, y se puso a juguetear con él sin yo darme apenas cuenta.
Jamás lo había visto de esa manera. ¿Si no ponía empeño en la magia, iba a morir si tenía que hacer de portal? ¿Por qué el destino me jugaba esas malas pasadas? La magia no me interesaba lo más mínimo. Entonces, ¿por qué era portadora de ese "don"?
Enseguida fui consciente del egoísmo de mis pensamientos; tanto Ángela como Abel lo estaban pasando muchísimo peor que yo, e incluso Krailk. Yo sólo tenía la vaga idea de un futuro que me parecía muy lejano, pero que de pronto lo había sentido como si fuera a ocurrir al día siguiente.
No dije nada, pero mi silencio era muy elocuente con respecto a mis pensamientos.
Re: La sala de pruebas
Sus ojos asustados eran más elocuentes que sus palabras ausentes. Parecía... juraría, entonces que por fin se había dado cuenta de la gravedad de la situación.
- ¿Eres ahora consciente del por qué de mi empeño de retenerte aquí? No, retenerte no es la palabra... si quieres irte, eres libre de hacerlo, pero no podrías defenderte tu sola hasta llegar a casa ahí fuera. La palabra adecuada sería... tenerte.
Miré la sala. Durante miles de años, jovenes como Clare e incluso yo mismo habíamos demostrado lo que sabíamos hacer, y también otros murieron en el intento. Cuantas cosas debería haber visto aquel sitio. Había muestras y cicatrices de muchos hechos pasados...
- El destino es caprichoso, Clare.
La miré fijamente.
- Pero tú eliges cómo actuar. Si te sigue dando igual, lamentaría decir que... estás cabando tu tumba. Pero si al menos... intentaras conseguir la oficialidad mágica, tendrías posibilidades. Llegado el caso de que los muertos entraran en nuestro mundo, es más que probable que los que primeros caigamos seamos los habitantes de la torre. Esos espectros que están a las puertas, son antiguos restos de vida que ansían sobre todas las cosas volver a ver el sol o el brillo de la luna. Pobres despojos humanos.
Me levanté y fui hacia la ventana, a la izquierda de mi sitio, y miré por la ventana.
- Somos muy afortunados de tener vida. Sobre todo, por todo lo que somos capaces de ver... hacer...
La miré de nuevo.
- Y de sentir.
- ¿Eres ahora consciente del por qué de mi empeño de retenerte aquí? No, retenerte no es la palabra... si quieres irte, eres libre de hacerlo, pero no podrías defenderte tu sola hasta llegar a casa ahí fuera. La palabra adecuada sería... tenerte.
Miré la sala. Durante miles de años, jovenes como Clare e incluso yo mismo habíamos demostrado lo que sabíamos hacer, y también otros murieron en el intento. Cuantas cosas debería haber visto aquel sitio. Había muestras y cicatrices de muchos hechos pasados...
- El destino es caprichoso, Clare.
La miré fijamente.
- Pero tú eliges cómo actuar. Si te sigue dando igual, lamentaría decir que... estás cabando tu tumba. Pero si al menos... intentaras conseguir la oficialidad mágica, tendrías posibilidades. Llegado el caso de que los muertos entraran en nuestro mundo, es más que probable que los que primeros caigamos seamos los habitantes de la torre. Esos espectros que están a las puertas, son antiguos restos de vida que ansían sobre todas las cosas volver a ver el sol o el brillo de la luna. Pobres despojos humanos.
Me levanté y fui hacia la ventana, a la izquierda de mi sitio, y miré por la ventana.
- Somos muy afortunados de tener vida. Sobre todo, por todo lo que somos capaces de ver... hacer...
La miré de nuevo.
- Y de sentir.
Re: La sala de pruebas
Me esforcé por atenderle y escucharle, por que mis pensamientos y sentimientos no me desbordaran.
¿Tenerme? ¿Destino caprichoso? ¡Me acababa de dar cuenta! Ahora sí que era consciente de lo importante que era aprender magia en mi caso. Pero, ¿por qué? ¡Si no me gustaba! ¡No me interesaba en lo más mínimo! ¿¡Iba a tener que parecerse esto al instituto, todo obligaciones!?
Noté la mirada de Vharriel y alcé la vista.
¿Los primeros en caer seguramente seríamos nosotros, los habitantes de la Torre? Krailk... Krailk, Krailk, Krailk... Ángela, Abel, Eiky, Laila, Val... ¿Por qué el destino tenía que ser así? ¿Por qué nosotros?
Fui vagamente consciente, a pesar de que no dejaba de mirarle, de que se levantaba y miraba por una ventana que había a su izquierda.
-Y de sentir.
Baje la mirada, mientras mis pensamientos volvían a centrarse en Krailk que, algo más abajo, estaba sufriendo por lo que le había sucedido y por lo que le había dicho Vharriel. Sentí un impulso de irme de allí y estar con él, pero debía quedarme aquí hasta que el elfo terminara de hablar.
-¿Por qué ha de ser así? -murmuré-. Me da igual el destino, me da igual todo. ¿Por qué? -sentía como un nudo en la garganta, la angustia se había apoderado de mí.
¿Tenerme? ¿Destino caprichoso? ¡Me acababa de dar cuenta! Ahora sí que era consciente de lo importante que era aprender magia en mi caso. Pero, ¿por qué? ¡Si no me gustaba! ¡No me interesaba en lo más mínimo! ¿¡Iba a tener que parecerse esto al instituto, todo obligaciones!?
Noté la mirada de Vharriel y alcé la vista.
¿Los primeros en caer seguramente seríamos nosotros, los habitantes de la Torre? Krailk... Krailk, Krailk, Krailk... Ángela, Abel, Eiky, Laila, Val... ¿Por qué el destino tenía que ser así? ¿Por qué nosotros?
Fui vagamente consciente, a pesar de que no dejaba de mirarle, de que se levantaba y miraba por una ventana que había a su izquierda.
-Y de sentir.
Baje la mirada, mientras mis pensamientos volvían a centrarse en Krailk que, algo más abajo, estaba sufriendo por lo que le había sucedido y por lo que le había dicho Vharriel. Sentí un impulso de irme de allí y estar con él, pero debía quedarme aquí hasta que el elfo terminara de hablar.
-¿Por qué ha de ser así? -murmuré-. Me da igual el destino, me da igual todo. ¿Por qué? -sentía como un nudo en la garganta, la angustia se había apoderado de mí.
Re: La sala de pruebas
- No hay porqués. Simplemente, es así. Y te ha tocado a tí.
Reflexioné un poco. Era curioso, parecíamos marionetas de un mismo teatrillo.
-Pero... no pienses en lo malo que tiene este asunto - le sonreí-. No veas la magia como algo pesado y aburrido, por que no lo es.
Me alejé de la ventana y me puse a caminar por la sala, mientras hablaba.
- No pienses en que se te están cerrando puertas, todo lo contrario. Y si además sale bien, no tiene por que haber ningún problema.
Intentaba sonreir para ver si la animaba un poco. Pero era dificil... teniendo en cuenta que ella lo último que quería era permanecer en la torre.
- Aprende a proteger a los que quieres. Aprende a ser parte de la naturaleza, a saber sentirla, a entenderla. A manejarla no como herramienta, sino como a una hermana. Tú puedes, por que estás hecha para ello. Creo en tí, y si los demás supieran qué pasa, seguro que también lo harían - <menos Abel...>pensé-. Pero es decisión tuya.
Reflexioné un poco. Era curioso, parecíamos marionetas de un mismo teatrillo.
-Pero... no pienses en lo malo que tiene este asunto - le sonreí-. No veas la magia como algo pesado y aburrido, por que no lo es.
Me alejé de la ventana y me puse a caminar por la sala, mientras hablaba.
- No pienses en que se te están cerrando puertas, todo lo contrario. Y si además sale bien, no tiene por que haber ningún problema.
Intentaba sonreir para ver si la animaba un poco. Pero era dificil... teniendo en cuenta que ella lo último que quería era permanecer en la torre.
- Aprende a proteger a los que quieres. Aprende a ser parte de la naturaleza, a saber sentirla, a entenderla. A manejarla no como herramienta, sino como a una hermana. Tú puedes, por que estás hecha para ello. Creo en tí, y si los demás supieran qué pasa, seguro que también lo harían - <menos Abel...>pensé-. Pero es decisión tuya.
Re: La sala de pruebas
Intenté disimular mi desacuerdo. ¿Que la magia no era pesada? Yo no le veía la gracia, por mucho que a Krailk le apasionara como a tantos. Pero ahora no me quedaba otro remedio, o eso parecía. Vharriel parecía estar hablando muy en serio.
Noté que intentaba relajar el ambiente, quizá animarme, pero no lo estaba consiguiendo. Ni por asomo.
¿Que los demás confiarían en mí? No estaba muy segura de ese punto. Ni yo confiaba en mí misma en esos momentos, ¿cómo iban a hacerlo los demás? Tendría que creerle, no obstante, aunque lo dudaba mucho.
Decisión mía. Todo eran decisiones mías, pero en realidad no había ninguna opción; o estudiaba magia o, como había dicho Vharriel, cavaba mi propia tumba. ¿Qué decisión había ahí?
Tras un largo silencio, me levanté de la silla. Dirigí mi mirada un momento hacia él, y acto seguido me encaminé hacia la puerta. Ya no podía más. Necesitaba tiempo para pensar, para reflexionar. Necesitaba estar sola.
-Adiós, Vharriel -dije, aunque hubiera preferido no abrir la boca, mientras mi mano giraba el pomo de la puerta y yo salía de esa maldita sala.
Noté que intentaba relajar el ambiente, quizá animarme, pero no lo estaba consiguiendo. Ni por asomo.
¿Que los demás confiarían en mí? No estaba muy segura de ese punto. Ni yo confiaba en mí misma en esos momentos, ¿cómo iban a hacerlo los demás? Tendría que creerle, no obstante, aunque lo dudaba mucho.
Decisión mía. Todo eran decisiones mías, pero en realidad no había ninguna opción; o estudiaba magia o, como había dicho Vharriel, cavaba mi propia tumba. ¿Qué decisión había ahí?
Tras un largo silencio, me levanté de la silla. Dirigí mi mirada un momento hacia él, y acto seguido me encaminé hacia la puerta. Ya no podía más. Necesitaba tiempo para pensar, para reflexionar. Necesitaba estar sola.
-Adiós, Vharriel -dije, aunque hubiera preferido no abrir la boca, mientras mi mano giraba el pomo de la puerta y yo salía de esa maldita sala.
Re: La sala de pruebas
- Te lo volveré a preguntar dentro de un tiempo, Clare. Tenemos asuntos pendientes tu y yo.
Me acerqué a la puerta.
- Hasta luego.
Susupiré y cerré los ojos. Estaba a punto de reventarme la cabeza, así que me fui a mi habitación a dormir.
Me acerqué a la puerta.
- Hasta luego.
Susupiré y cerré los ojos. Estaba a punto de reventarme la cabeza, así que me fui a mi habitación a dormir.
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